LUGAR
DE ENCUENTRO
22-02-2015
Leo “Templete”:
“Quiosco, pabellón pequeño formado por varias columnas
que
sostienen una cúpula”… ¡Qué frío!¿Verdad?
Claro que la función de un diccionario no es precisamente la de embellecer la realidad sino
la de describir y aclarar determinados objetos o conceptos. Hecha esta
aclaración, subo un peldaño para disfrutar del paisaje humano que en su
plataforma tiene lugar.
Voy a quedarme en el suelo, sin describir arte y alturas de la catedral,
el conjunto arquitectónicos de la Plaza Mayor, su ayuntamiento o la alineada
exposición de sus terrazas. Sí detengo mi mirada en la escultura dedicada a
Antonio Machado. Me gusta: llano, verde, alegre, quieto, sonrosado, pausado,
cercano, descuidado… ¡Color, ser, estar, sentir, callar, escuchar! ¡Qué sublimes sensaciones nos regala el poeta!
Ahora que nos hemos detenido, ¿cómo no
recitar sus versos, extracto de
Proverbios y cantares (XXIX):
“Caminante, son tus huellas / el camino y nada más;
Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino, / y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino / sino estelas en la mar.
“Caminante, son tus huellas / el camino y nada más;
Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino, / y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino / sino estelas en la mar.
O este otro poema, recitado por mil bocas e
interiorizado en mil caminos:
“Yo
voy soñando caminos / de la tarde. ¡Las
colinas
doradas, los verdes pinos, / las polvorientas encinas!...
No, no nos hemos salido de la plaza y su templete. Solo hemos querido acercarnos al corazón de un caminante poeta y contemplativo. ¡Seguro que su pluma iluminará la tinta negra de estas humildes líneas!
doradas, los verdes pinos, / las polvorientas encinas!...
No, no nos hemos salido de la plaza y su templete. Solo hemos querido acercarnos al corazón de un caminante poeta y contemplativo. ¡Seguro que su pluma iluminará la tinta negra de estas humildes líneas!
¡Gracias! Un millón de gracias, Don Antonio!…
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