domingo, 14 de junio de 2015

FIGURAS DE ARCILLA


FIGURAS DE ARCILLA
14-06-2015

Ella vive siempre conmigo. Sí, la arcilla. Si bien solo la dedico un mes largo en torno a la Navidad, ella en este intenso tiempo me llama, me despierta temprano, me mira, me espera y sueña conmigo continuamente. Me gusta contemplarla dormida, húmeda y fría, callada y sugerente…
   Cuando la tengo en mis manos se expone, intenta acercarse, me susurra al oído y generosa me sugiere… ¡Cógeme en tus manos! –me dice-. Mas yo –siguiendo mi tradición- no accedo a su deseo. ¡Tengo suficientes niños como para arrullarla a cada instante! ¡Creo que una prudente distancia es una sabia costumbre! Ya sé que los artistas sienten de otra manera…
   La arcilla –jugar con ella es uno de mis ejercicios más íntimos- no sabe apenas nada de pies, de luces y escaleras. ¡Se conforma con que la tengas siempre obsequiada en el calor de las manos! Sin apenas vaho ni frío, ella te va insinuando callada su forma, sus oquedades preferidas, su levedad y su altura. ¡Cómo me gustaría disponer de una trébede de hierro caliente, con olor a humo y hojarasca de encina!
   No. No dispongo de torno ni horno. Yo, callado y torpe, la obsequio con el calor de mis manos gordas y grandes. A veces me observa, me espera y luego me llama. Y, -¿cómo no?- yo la obsequio con mi silencio, con mil caricias y pensamientos.
En estas noches –privilegiadas noches para mi meditación y mi silencio- desfilan por mi mente mirlos, violetas, ángeles, niños, pastoras, cunas y nacimientos. En esta tan estrecha e íntima amistad la arcilla me dicta poemas al corazón con letrillas como estas:
“Como aladas golondrinas   /   tus mágicas enredaderas
se acercan a mi ser  /   me rodean y sofocan con su calor.
Yo le canto a tus manos   /  como le canto a la vida,
porque mi vida  /   debe estar en el calor de tus manos.
   ¡Sí, así de tierna, como si fuera una madre o una mujer! ¿No será la propia arcilla quien sale de sí misma y se nos entrega generosa y agradecida? ¿Cómo no temblar ella de emoción cuando se ve fuera de su torpeza? ¿Cómo no va a sentirse con alas al verse posada en un belén, en alguna estantería sabia, en tantos ojos que admirados la contemplan?
   Cambio. Hoy se habla mucho de la “terapia ocupacional”. Sencillamente creo que el hombre y la mujer se empeñan hoy en sentirse útiles, en disfrutar del ruido y el bullicio, en pasear y ver gente, en leer pensamientos que no asimilan… ¡sin apenas extraer el sabor y la esencia de lo que hacen!
   ¡Ay, Principito, tú que dijiste un día con sencillez y desparpajo que “lo esencial es invisible a los ojos”, danos en tu voz el don de tu sencillez y tu sabiduría!

domingo, 7 de junio de 2015

MI MEJOR MEMORIA


MI MEJOR MEMORIA
07-06-2015


   “Mi memoria es la memoria de la  nieve” –nos confiesa Julio Llamazares en uno de sus Cinco poemas sobre la nieve. Y concluye en otro momento con menos fortuna: “Sólo estoy… como un toro de nieve que brama a las estrellas”. Humildemente yo creo      que hay imágenes que le duelen a la nieve!
   Una aclaración: Como el escribir es libre y caprichoso, inquieto e impaciente, en este mismo momento estoy contemplando uno de los momentos más bellos que la naturaleza nos regala a los que somos “buenos”… ¿Cómo no ser ángeles con ella? Su pulcritud, su candor, su ingenuidad, su descendencia… ¡Quiero decir que nieva!
   ¡Ay, si el mundo pudiera pararse cuando nieva! ¡Mira que es callada y elocuente la nieve! ¡Mira que es paradójicamente temida y ansiada! ¡Mira si es pura, terca y mansa! Mira si es niña e ingenua en su llegada… ¡Ay, si supiera su cielo, si supiera su gloria y su infierno la nieve! ¿No habrá en el calendario humano una fecha para su fiesta? ¡El día del pan, el día del hambre, el día del amor, el día de la rosa!…
   Yo, para celebrar su presencia, todos los años me tomo un día de fiesta. ¡Cómo me iba a imaginar que hoy, -cuatro de Febrero- iba a encontrarme solo con ella! Voluptuosa y dulce me mostró su piel lisa, sus formas obsequiosas, sus curvas, sus pechos al desnudo, sus pómulos fríos, su arbórea cabellera… ¿Cómo no sentirla humana y seductora? A medida que avanzaba  sobre su ingenua alfombra ella me mostraba la escolta marrón de sus amplias calles, el viejo roble, niños jugando con fuego, caballos rebeldes, baños y cadencias en torno a Diana, crestas verde-oscuras, camas al aire, hielos impíos, secuoyas gigantes, escaleras lisas, tapices puros, acebos, hayas, lauros nevados, tapiales blanquinegros, sombreros deformes, floripondios gruesos…
   En fin, que dentro de un rato tendré que volver al asfalto y al barro, Al prosaico goteo de los tejados, al crimen urbano y la sal… ¡Cómo me iba a imaginar yo que este breve sueño me iba a volver a la realidad del ruido y el temor, a la trivialidad y a la blasfemia, al grito del patio y el asfalto, yo que siempre escuché el rumor del agua en esa fuente niña que solo dejaba acercarse a ella a los niños poetas, a las niñas siempre guapas, a… ¡algún abuelito lleno de sueños y nostalgias!
   ¡Perdóname, nieve! Sé que tu guión es muy exigente! Solo he intentado acercarme a ti sin mancillarte ni ofenderte!

*** Si quieres deprimirte, da un salto mortal y lee el poema “Castilla”. Yo aprendí de pequeño a abrir la puerta a los poetas: “Hay una niña muy débil y muy blanca en el umbral. Es toda ojos azules”… (Manuel Machado)
¡Cómo me duele Castilla!

domingo, 31 de mayo de 2015

MITOS, CUENTOS, LEYENDAS


MITOS, CUENTOS, LEYENDAS
31-05-2015

   Mitos, cuentos, leyendas… Los mayores los inventamos, nos los creemos y luego se los regalamos a los demás: a los historiadores, a la gente sencilla, a los niños. ¡El lenguaje oral –curiosamente dichos géneros han pasado a nuestros libros y bibliotecas después- es vivo, útil y seductor!
   Es claro que la fantasía, la creatividad y la plasticidad son virtudes que agradece el pueblo llano. ¡Y también las personas cultas! ¡Cuántas veces recurrimos a dichos géneros para reconstruir y enriquecer nuestros pensamientos, nuestras teorías y creencias! ¿A quién no le agrada romper las ataduras y rigores de la historia y la razón en muchos casos!
   Sí, soy mayor. Mas sigo siendo un niño. Ellos me han enseñado a escribir. Yo –dentro de la humildad de mis muchos escritos- comencé escribiendo cuentos. Ellos me sostuvieron en la cuerda libre de la fantasía y la invención.  Por supuesto que el cuento contiene otros muchos valores.
   Pero, ¿por qué siempre hemos de someternos al canon del rigor y de la métrica? Hoy –¡soy mayor!- me siento libre  en mis continuos encuentros con los niños. Y me siento muy feliz porque ellos continuamente me rompen los esquemas de mis temas y rigores enriqueciendo mi mente con su libertad, con sus alas y entretenimientos. Ellos son los creadores del lenguaje inmediato, intuitivo y directo.
   El gran seductor hoy en nuestra sociedad sigue siendo el niño: nos quiere, nos seduce, con engaña, nos convence, nos entretiene, nos rejuvenece, nos enterneceLo recordáis muy bien. Charles Chaplin tiene una película “llena de humor y bondad” que se titula “La gran seducción”. Por cierto, ¿dejó algún día de ser niño, enredado en la trama de sus picardías, sus bromas serias y sus travesuras, ¡Este es el guión preferido de los niños! Claro que Charles Chaplin era-es un niño genial…
   Mas justifiquemos la imagen que hoy nos acompaña… “No, no. Lo de Rómulo y Remo es verdad porque yo lo he leído en un libro. ¡Además su madre los abandonó –me parece- y una loba los amamantó hasta que fueron mayores… Y los lobos, aunque son malos cuando tienen hambre, son muy buenos y amigos del hombre. Y un señor jugaba con ellos en la nieve, y cuando tienen frío lo pasan muy mal y enseñan los colmillos… ¡Y son muy bonitos en algunas  películas! Y San Francisco tuvo uno en su convento y era alegre, agradecido y manso”…
   Bueno, sin faltar al respeto en la alusión a la fraternidad y a la gratitud a Roma por El Acueducto, el emplazamiento de este homenaje me parece muy acertado. Lo mismo cabe decir de su entorno y decoración: sus petunias, sus tagetes o claveles, sus pensamientos… Me duele un poco la ausencia de niños clavados en la contemplación de este “relato”. Quizás debiera haber al lado alguna página a color, muy cortita, recreando dicha leyenda,  a la vez que alguna pintura y papel blanco para reproducirlo allí mismo… ¡Todo se andará!

   Más deuda es la pérdida del “niño” sin apenas horas libres, con tanta caja tonta, sin apenas cuentos y leyendas, sin apenas Reyes con colores y fantasía… ¡A la infancia le pertenece el privilegio de un cierto tiempo  gratuito y creativo!

domingo, 17 de mayo de 2015

LUGAR DE ENCUENTRO


LUGAR DE ENCUENTRO
17-05-2015

   Amigo lector, no es nada fácil conseguir esta imagen. ¡También hay soledad y desierto en la ciudad! Son pocos los momentos en los que una de las escaleras más frecuentadas del mundo disfruten de tan ansiado momento…
   No os molestéis: “La Calle Real” –así reconocida popularmente- suele ser la alternativa más frecuente: encontrarse con la gente, sentirla cerca, saludarse, disfrutar de una mayor comodidad, escuchar la llamada de los escaparates que tanto nos seducen, tomar un café o una caña… ¡Opciones más gratificantes para algunos, con perdón de quienes tienen cierta dificultad!
   En esta escalera del Acueducto convergen infinidad de pueblos, edades, lenguas y culturas. Unos admiran la belleza de su construcción, otros la armonía lineal de su composición, otros su grandiosidad y esbeltez, otros el ingenio de sus constructores… Muchos de ellos solo ansían superar la dificultad de su altura para contemplar las panorámicas de la ciudad y la sierra. Y… -¡cómo no!- algunos románticos hacen ensayos de fidelidad y júbilo al haber conquistado cumbre tan anhelada…
   Mas permitidme también –tras haber besado todo su trazado- orientar mi publicidad ecológica hacia su fuente… ¡el azud! ¡Ay, qué falta nos hace sentir la sed “do mana la fonte”… La cuna de tan bello proyecto nos invita a un privilegiado paseo que tiene su inicio apenas situarnos al pie del Pantano de Revenga. Entre Segovia y este lugar quedan 11 km. en los que el agua bajaría oculta y mansa hasta su conducción en el inicio del Acueducto. Ignoro el contexto en el que se elige tal distancia, y sí aplaudo su genial idea.
   El paseo que rodea dicho pantano hacia El Acebal es un mosaico de cantueso, jara y matorrales de encina que bien merece nuestra contemplación. Adentrados en la senda final, escoltados por pinos y robles gigantescos, casi al pie del arroyuelo, dicha senda nos permite ascender hasta la obra de ingeniería hidráulica inicial. ¡Hermoso proyecto! Aquí el musgo fresco recubriendo las ásperas rocas, decoradas estas por altas matas de retama, nos acerca al laberinto de aguas que resignadas y ciegas configuran escrupulosamente su conducción bajando ocultas hacia su encuentro con la ciudad de Segovia.

   Sin abundar en más detalles, os dejo al pie de su silencio. ¡Quedaos con el rumor del agua, metáfora que tantas veces he ensayado en mis escritos para niños!...

sábado, 25 de abril de 2015

LA FLOR “AVE DEL PARAÍSO”



LA FLOR “AVE DEL PARAÍSO”
25-4-2015

   Es ya marzo. Crece la luz. Crecen la luz y los sueños.  Macizos de chiribitas y pensamientos comienzan a decorar nuestros jardines y espacios verdes. En cada rincón una flor insignificante –“me llamo violeta”- muestra su color cuaresma… ¡Primorosa es su belleza!
   ¡Es Cuaresma! Y, aunque a algunos no les hable, su tiempo está cargado de dichos y contenidos ascético-penitenciales que nos invitan al recato, a la sobriedad, al sufrimiento y la oración. Naturalmente me declaro “creyente” y me uno a cuantos creen en la sencillez y en la solidaridad  que dicho tiempo nos ofrece… ¿No me dirá usted que no hay desiertos en la ciudad? ¡No, no hace falta que se retire, por favor! Adéntrese conmigo en las calles oscuras, en las tardes de soledad, en el repique de campanas, en el río de soledades que anega nuestras aceras, en tantos balcones con flores muertas…
   Os ofrezco un ramillete de sabiduría de algunos refranes que la cuaresma nos refrenda: “Que por arriba que por abajo, la cuaresma siempre cae en marzo”. Benévolo, ¿verdad? ¡Depende de la lectura que del mismo hagamos! No te quedes con su rima asonante… Otro más severo y cierto:“La cuaresma y la cadena para los pobres es hecha”… ¿Por qué no les llegará a algunos ricos y a cuantos defraudan una proporcionada cuaresma? ¡Los pobres tienen asegurado el pan duro todo el año los pobres! (Sic).
   Cambio un poco el rumbo y fijo mi texto en “El ave del paraíso”. La conocí en Villanueva de Arousa, donde pasé una feliz Semana Santa. Aquí –como bien sabéis- nació Ramón del Valle Inclán.  Aquí, siendo invitado a un exquisito menú de marisco con Alvariño y buena compañía, tuve la oportunidad de contemplar la belleza de esta exquisita y distinguida flor. Pues bien, dicha flor decoró también la alegría de María en la Pascua del Santuario de San Pedro de Alcántara, (2005), espacio franciscano recomendado para el silencio y la “vida retirada” de Fray Luis de León.
   ¿Que por qué hago alusión a la Pascua? Porque no hay Cuaresma sin Pascua. ¡No he copiado la expresión del Papa Francisco! Se me ha ocurrido a mí también, si bien voy a justificar mi afirmación con su cita: “Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua”, nos decía el Papa Francisco en “La alegría del Evangelio”. ¿Por qué? ¿Qué significa? Porque se nos olvida la Buena Noticia, nos gusta ser “cristianos con cara de funeral”, porque dejamos a un lado el final del Evangelio”…
   ¡Mira que hay cristianos severos! Que si el velo –aún!-, que si el agua por el vino, que si el silencio hueco, que si la mirada baja en vez de la belleza, que si la ceniza en vez de la flor del romero, que si la mucha adustez, que si el rostro pálido en vez de la alegría…
   Concluyo. Hace unos años un hermano claretiano –Ángel Aparicio, palentino, que en paz descansa, nos regaló una preciosa plática titulada “El Dios que ríe”… ¡Sí, sí, fue en Cuaresma! Y no confundió el texto del Eclesiastés “tiempo de llorar, y tiempo de reír”… ¡Frecuentemente vienen juntos!

domingo, 12 de abril de 2015

NIÑOS DE GOMA


NIÑOS DE GOMA
12-4-2015

   Lo decimos de los niños cuando se caen o nos hacen demostraciones de flexibilidad y piruetas. La presente decoración inicial de esta escalera seguramente cumple una doble función: decorativa una, práctica otra. En ambos casos me resulta sugerente. ¿Quién no ha iniciado el riesgo vertiginoso de esta tan pronunciada escalera? Esta especie de herradura -vamos a llamarla anillo- embellece su inicio. Pero bajemos un peldaño y pongamos la mente en marcha… ¡Claro que también podríamos hablar de su ascensión al último peldaño, ascensión fatigosa a la vez que meritoria!
   ¿Y si aprovechamos este espacio relajado y sugerente para asentar y dar elocuencia a nuestro paseo? ¡Perdón, no recordaba que se trata de un  “frente” histórico y político” que enseguida enciende el fervor de algunos ciudadanos… Bueno, nosotros, -aunque ladren- cabalgamos…
   Cuando advierto que algunos mayores admiran mi bienestar con los niños -escríbelo como prefieras- yo siempre me considero un afortunado. ¡Creo incluso que me regalan una mayoría de edad más ingenua y viva!
   “Los niños son egoístas”, -dicen algunos-. ¿Nos molesta? ¿Y… cuál es nuestra condición? ¿Acaso no es egoísta por parte nuestra  esta afirmación? ¿No seremos más egoístas los mayores al no arriesgar nunca? “Los niños no piensan las cosas”; “los niños son inconscientes”; “los niños son muy ingenuos”; “los niños inventan”; “los niños son”… ¡No siempre lo que tú sospechas, piensas o afirmas! ¡Mira si no es milagro saludable para nuestra monotonía su encantadora alegría y vivacidad¡ ¡Pobre mundo nuestro si no devora con apetito el rico sabor de su maravilloso bocadillo!
   Tengo un hermano –es un poco Ángel, aunque es muy serio- que ha acogido con tal fervor la ascética de las escaleras que casi todos los días sube y baja más de mil…  ¡Y hablo de escaleras muy pendientes!  “Pindias”, decíamos en nuestro pueblo, allá en la infancia. Me dice el diccionario que se trata de una palabra de uso regional en Santander y Palencia, hoy casi en desuso… ¡Bueno, pues me hago niño y hago aquí uso de ella!
   Pindia es hoy la vida: pindia es la infancia; pindia es la adolescencia; pindia es nuestra juventud… ¡Pindio –en fin- es nuestro pensamiento, rauda y voraz nuestra cultura y contracultura, nuestro hablar,  nuestro sentir, nuestro querer, nuestro tiempo…
   Sin querer detener mi río en el decir manriqueño, -nuestras vidas son los ríos / que van a dar al mar, / que es el morir”… Yo sí reduciría un poco el vértigo de nuestra vida, de nuestra velocidad, de nuestros apresurados cambios… ¡con el fin de disfrutar más del sosiego y el silencio! Me acojo y me encomiendo –también en parte-  a Fray Luis de León cuando dice “¡Qué descansada vida / la del huye del mundanal ruido / y sigue la escondida senda ¡ de los pocos sabios que en el mundo han sido”…
   ¡Mira que ha llovido y ha escampado!… ¡A ver si escampa un poco y se sosiegan un poco el cielo y la tierra! Dejemos alguna línea de  nuestro vertiginoso guión a la mansedumbre angelical de nuestros niños.

   Las jardineras de mi escalera aún tienen un saludable espesor de nieve en estos días. ¡Quiero decir que sigo degustando el dulce elixir de la esperanza! O, si prefieres, cada día -apenas amanecer- me tomo un sorbo de chiribitas! ¡Me sienta muy bien!

sábado, 4 de abril de 2015

CAMPANAS DORMIDAS

   


CAMPANAS DORMIDAS
4/4/2015


   ¡Quedan muy pocas vivas!… En estos días hemos elegido otros sonidos, por no decir otros ruidos. Claro que entre llamarse Santa Bárbara –¡súbase usted, por favor, a la Torre de la Catedral y contémplela!- podemos elegir también otras. ¡Que las hay!... Te aporto algunos datos del campanario de nuestra Catedral. Recuerda que mi escalera está en Segovia…
Nombre tradicional
Peso tradicional
Posible campana
Peso aprox.
Sermonera (7)
500
Campana (10)
199
El Becerro (2)
700
Campana (6)
579
Santa Bárbara (5)
1.000
Campana (8)
633
La Purísima (3)
800
Campana (4)
750
La Fuencisla (8)
1.100
Campana (1)
1.302
María de la Paz (1)
1.500
Campana (3)
1.384

   ¡Gracias por esta preciosa información! ¡Cuánto me dueles, ciudad secular! Mira si hay vida en ti. Mira si hay niños que querrían subir y voltear nuestras solemnes campanas. Mira si hay días de gloria, de encuentro y de tedio, de amor y llanto, de nieve y verano, de… ¡Y luego dejamos posarse a las cigüeñas en cualquier lugar sagrado! ¿Ecologistas? ¿De qué? Somos muchos los que también hablamos de la “ecología del espíritu” y no contamos con personal y presupuesto para proteger y remunerar a un sencillo campanero.
   ¡Qué misión tan hermosa cumplieron en su día las campanas! Ni siquiera tienen ya voz en la soledad del campo manteniendo el crecer del trigo y los girasoles. Campanas de mi infancia y juventud que ya no tenéis voz ni fiesta, ni cohetes ni procesión. ¡Ni siquiera escuchamos ya los cuartos y las medias del campanillo del sacristán y los monaguillos, quienes nos convocaban para las pequeñas fiestas del vivir diario!
   ¡Campanas dormidas!… Campanas dormidas en la ciudad, en la aldea y en el campo… ¿Por qué me vendrá a la mente el libro de Olegario González de Cardedal “El elogio del chopo y de la encina”? ¡Lo sospecho! Tanto el chopo asceta y místico, como la encina adusta y negra se estremecían allá en el campo al oír las distintas convocatorias que ellas les recordaban.
Será también Antonio Machado –con casa y plaza en  nuestra ciudad- quien nos ha dejado en su vasto testamento literario preciosos apuntes sobre el chopo y la encina en su poema “Encinas”:

¡Encinares castellanos / en laderas y altozanos,
serrijones y colinas / llenos de oscura maleza, encinas, pardas encinas; / humildad y fortaleza!
cerca del agua que fluye, / pasa y huye,
viva o lenta, / que se emboca turbulenta
o en remanso se dilata. / En su eterno escalofrío
copian del agua del río / las vivas ondas de plata”...

Robles, pinos, hayas, chopos…
Los chopos son la ribera, / liras de la primavera,

   Ajeno, en fin, a guerras, a chopos y encinas me sigo preguntando… “¿Por quién doblan las campanas?”. ¿Por qué no? ¡Hay razones de más por la solidaridad y sonoridad de las mismas! ¿Quién no se emociona ante su sonar? ¡Yo me inclino ante sus llamadas!
    ¡Ojalá mi texto fuera hoy tan solo un leve lamento literario! No quisiera caer en la añoranza de mi paisano amigo Jorge Manrique quien nos dejó esta severa cadencia: “cualquiera tiempo pasado fue mejor”. ¡No, no, por favor! Siempre me he sentido hermano del progreso! 
En el precioso pueblo de Saldaña, a orillas del chopo y el Carrión, se siguen fabricando bajados y campanas… ¡Gracias, saldañeses!, como así consta en mi lugar de consulta sobre su gentilicio…

domingo, 22 de marzo de 2015

VIOLETAS Y CHIRIBITAS

  

VIOLETAS Y CHIRIBITAS
22-03-2015

¡Al pie de las escaleras!... “Platero, hoy es un día de contemplaciones” –día Juan Ramón Jiménez-. Es enero y ya están a punto de asomar su cabecita chiribitas y violetas. Yo las busco nervioso en el primer verdor del Parque junto al cementerio.  ¡Ellas calladas y bajitas apenas se atreven a mostrar su aún apretado capullito. Junto a ellas un semillero de coprolitos enriquecerá sus raíces apenas llueva un poco y salga el sol. ¡Este será el primor de sus primeros nacimientos! ¿Se estremecerá algún mirlo ante semejante presencia o tal vez interrumpirá su crecimiento con su ávido pico al descubrir una lombriz?
   Hace algún tiempo escribía: “Es febrero y casi abril/canta un mirlo en el jardín”. ¡Siempre me ha cautivado su tenacidad a la vez que su fuerza y su sagacidad! Curiosamente es de las pocas aves que en sus raudos movimientos recurre al vuelo o a la carrera, siempre alerta en sus tenaces tareas…
   No. El mirlo no es amigo de trinos en el labio de las escaleras, Apenas se siente descubierto oculta su cuerpo entre el ramaje burlando así la persecución o trofeo del ávido fotógrafo… Mas cuán constante y melodioso es su cantar en la noche arrullando la incubación de su  mirla. Al oír su canto pienso en esos cartujos –vigilantes de la noche- que regalan su desvelo a Dios, Creador de todos los trinos y gemidos de la tierra.
   ¿Recuerdas aquel precioso librito de Alfred de Musset, autor de “La historia de un Mirlo blanco”?   ¡Con él os dejo en sus primeras líneas, seguro de vuestro deleite!…
“Mi padre y mi madre eran dos buenos individuos que vivían, desde hacía años, al fondo de un viejo jardín aislado del Marais.  Eran una pareja ejemplar. Mientras mi madre, instalada en un tupido arbusto, ponía regularmente tres veces al año y incubaba somnolienta con un fervor patriarcal, mi padre, aún muy limpio y petulante pese a su edad, picoteaba alrededor de ella, le traía hermosos insectos que atrapaba delicadamente por el extremo de la cola para no inspirarle repugnancia a su mujer y, al anochecer, si hacía buen tiempo, no dejaba jamás de obsequiarla con una canción que alegraba a todo el vecindario. Jamás una querella, jamás el menor nubarrón turbó aquella plácida unión”...
Apenas vine al mundo, y por primera vez en su vida, mi padre empezó a manifestar mal humor. Aunque yo no fuera aún sino de un gris sospechoso, no reconocía en mí ni el color, ni el aspecto de su numerosa prole.
-¡Qué sucio es este hijo! -decía a veces mirándome de través-; se diría que este chiquillo va a revolcarse en todos los yesones y en todos los montones de barro que se encuentra, para estar siempre tan feo y enfangado.
-¡Eh, Dios mío! -contestaba mi madre siempre hecha una bola en una vieja escudilla de la que había hecho su nido- ¿no ve, amigo mío, que es propio de su edad? Usted mismo, ¿no fue un encantador granuja? Deje que nuestro mirlito crezca, y ya verá cómo será hermoso; es uno de los mejores que he puesto”...
  

  ¿Te causa tristeza? Perdón por exponerte una cita tan extensa, pero más triste puede parecerte que su contenido sea una parábola de la vida de algunos humanos! Sé muy bien que este adelantado galán de nuestras noches e inviernos no se merece semejante cita, cortada en su inicio. ¡Una vez más, perdón! Solo ha sido una provocación para que te adentres en su hermoso contenido, que ya apunta en estas últimas líneas…!

domingo, 15 de marzo de 2015

UNA MURALLA ABIERTA...


“UNA MURALLA ABIERTA”…
15-03-2015

Amigo lector, gracias por elegir el lugar al que hago alusión en estas primeras  líneas… Me ocurrió hace muy pocos días. Iba yo tan relajado subiendo las escaleras del Acueducto hacia el mirador, cerca ya del Postigo, cuando de pronto un padre –intrépido guía de su hijo pequeño- le aclara: “No hijo, no es la muralla de Ávila; esta es una muralla abierta”…(Menos contundente, supongo que quiso decirle).
   Ingenioso, ¿verdad?  No, no es mi propósito hablar de la obra de ingeniería del Acueducto de Segovia, ni tampoco tildar de ingenioso o ignorante a dicho papá. Otros “comentaristas espontáneos”-con cierta agudeza geométrica- simplifican su visión de los esgrafiados diciendo que se trata de dibujos de algunos albañiles para embellecer algunas casas y edificios… Bueno, peor es la información de quienes creen que el Acueducto se construyó hace tan solo varios siglos. En fin, dejemos rodar las piedras de la inexactitud –“corramos un tupido velo”, dirían otros- sosegando estas sencillas líneas.  
   Lo cierto es que nuestra ciudad ofrece al turista tal infinidad de espacios y detalles primorosos que difícilmente puede uno llevarse en su amplio reportaje la esencia y el sabor de sus abundantes monumentos.
¿Quién no se ha arrodillado (¡así!) al pie del Acueducto’ ¿Quién no ha alzado sus brazos al contemplar la grandeza y esbeltez de nuestra Catedral? ¿Quién no ha elegido las escaleras interiores del Alcázar para llevarse la experiencia y la primicia de sus vistas? ¿Y qué decir de San Esteban y su torre? ¿Y las iglesias de La Trinidad y San Millán y San Lorenzo y San Martín y San Nicolás y San Clemente y tantas más?... ¡Claro que hay otras lecturas del tiempo y la piedad de cada momento!
   Cuando algunas personas se ciñen a su “costumbre” o a su “piedad” o a su torpeza y terquedad, nos inspiran cierto enojo y compasión … Es cierto. No todo el mundo tiene sensibilidad y lectura de los distintos cánones de belleza a la hora de cumplir sus compromisos cristianos. ¡Seamos comprensivos, mas no bajemos el listón de la instrucción, los cánones de la historia y sus maneras de honrar y representar al Dios de todos, al Sumo Creador de la Belleza!

¡Ay, dolor! La fiebre de medios que hoy nos ofrece el mercado en ocasiones lleva a confundirnos coleccionando ansiosas imágenes hasta el momento en que tenemos que entrar en alguna cafetería a “repostar”… ¡cargando pilas y eliminando dolor de pies y cansancios! Esta es hoy la imagen y condición de muchos visitantes: un ser competitivo, esteta, tecnólogo, un insatisfecho amante, un coleccionista de número y reportajes hasta anegar los espacios de verde, de oro y luz que nuestros pueblos, paisajes y ciudades les ofrecen.