domingo, 15 de marzo de 2015

UNA MURALLA ABIERTA...


“UNA MURALLA ABIERTA”…
15-03-2015

Amigo lector, gracias por elegir el lugar al que hago alusión en estas primeras  líneas… Me ocurrió hace muy pocos días. Iba yo tan relajado subiendo las escaleras del Acueducto hacia el mirador, cerca ya del Postigo, cuando de pronto un padre –intrépido guía de su hijo pequeño- le aclara: “No hijo, no es la muralla de Ávila; esta es una muralla abierta”…(Menos contundente, supongo que quiso decirle).
   Ingenioso, ¿verdad?  No, no es mi propósito hablar de la obra de ingeniería del Acueducto de Segovia, ni tampoco tildar de ingenioso o ignorante a dicho papá. Otros “comentaristas espontáneos”-con cierta agudeza geométrica- simplifican su visión de los esgrafiados diciendo que se trata de dibujos de algunos albañiles para embellecer algunas casas y edificios… Bueno, peor es la información de quienes creen que el Acueducto se construyó hace tan solo varios siglos. En fin, dejemos rodar las piedras de la inexactitud –“corramos un tupido velo”, dirían otros- sosegando estas sencillas líneas.  
   Lo cierto es que nuestra ciudad ofrece al turista tal infinidad de espacios y detalles primorosos que difícilmente puede uno llevarse en su amplio reportaje la esencia y el sabor de sus abundantes monumentos.
¿Quién no se ha arrodillado (¡así!) al pie del Acueducto’ ¿Quién no ha alzado sus brazos al contemplar la grandeza y esbeltez de nuestra Catedral? ¿Quién no ha elegido las escaleras interiores del Alcázar para llevarse la experiencia y la primicia de sus vistas? ¿Y qué decir de San Esteban y su torre? ¿Y las iglesias de La Trinidad y San Millán y San Lorenzo y San Martín y San Nicolás y San Clemente y tantas más?... ¡Claro que hay otras lecturas del tiempo y la piedad de cada momento!
   Cuando algunas personas se ciñen a su “costumbre” o a su “piedad” o a su torpeza y terquedad, nos inspiran cierto enojo y compasión … Es cierto. No todo el mundo tiene sensibilidad y lectura de los distintos cánones de belleza a la hora de cumplir sus compromisos cristianos. ¡Seamos comprensivos, mas no bajemos el listón de la instrucción, los cánones de la historia y sus maneras de honrar y representar al Dios de todos, al Sumo Creador de la Belleza!

¡Ay, dolor! La fiebre de medios que hoy nos ofrece el mercado en ocasiones lleva a confundirnos coleccionando ansiosas imágenes hasta el momento en que tenemos que entrar en alguna cafetería a “repostar”… ¡cargando pilas y eliminando dolor de pies y cansancios! Esta es hoy la imagen y condición de muchos visitantes: un ser competitivo, esteta, tecnólogo, un insatisfecho amante, un coleccionista de número y reportajes hasta anegar los espacios de verde, de oro y luz que nuestros pueblos, paisajes y ciudades les ofrecen.

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