domingo, 31 de mayo de 2015

MITOS, CUENTOS, LEYENDAS


MITOS, CUENTOS, LEYENDAS
31-05-2015

   Mitos, cuentos, leyendas… Los mayores los inventamos, nos los creemos y luego se los regalamos a los demás: a los historiadores, a la gente sencilla, a los niños. ¡El lenguaje oral –curiosamente dichos géneros han pasado a nuestros libros y bibliotecas después- es vivo, útil y seductor!
   Es claro que la fantasía, la creatividad y la plasticidad son virtudes que agradece el pueblo llano. ¡Y también las personas cultas! ¡Cuántas veces recurrimos a dichos géneros para reconstruir y enriquecer nuestros pensamientos, nuestras teorías y creencias! ¿A quién no le agrada romper las ataduras y rigores de la historia y la razón en muchos casos!
   Sí, soy mayor. Mas sigo siendo un niño. Ellos me han enseñado a escribir. Yo –dentro de la humildad de mis muchos escritos- comencé escribiendo cuentos. Ellos me sostuvieron en la cuerda libre de la fantasía y la invención.  Por supuesto que el cuento contiene otros muchos valores.
   Pero, ¿por qué siempre hemos de someternos al canon del rigor y de la métrica? Hoy –¡soy mayor!- me siento libre  en mis continuos encuentros con los niños. Y me siento muy feliz porque ellos continuamente me rompen los esquemas de mis temas y rigores enriqueciendo mi mente con su libertad, con sus alas y entretenimientos. Ellos son los creadores del lenguaje inmediato, intuitivo y directo.
   El gran seductor hoy en nuestra sociedad sigue siendo el niño: nos quiere, nos seduce, con engaña, nos convence, nos entretiene, nos rejuvenece, nos enterneceLo recordáis muy bien. Charles Chaplin tiene una película “llena de humor y bondad” que se titula “La gran seducción”. Por cierto, ¿dejó algún día de ser niño, enredado en la trama de sus picardías, sus bromas serias y sus travesuras, ¡Este es el guión preferido de los niños! Claro que Charles Chaplin era-es un niño genial…
   Mas justifiquemos la imagen que hoy nos acompaña… “No, no. Lo de Rómulo y Remo es verdad porque yo lo he leído en un libro. ¡Además su madre los abandonó –me parece- y una loba los amamantó hasta que fueron mayores… Y los lobos, aunque son malos cuando tienen hambre, son muy buenos y amigos del hombre. Y un señor jugaba con ellos en la nieve, y cuando tienen frío lo pasan muy mal y enseñan los colmillos… ¡Y son muy bonitos en algunas  películas! Y San Francisco tuvo uno en su convento y era alegre, agradecido y manso”…
   Bueno, sin faltar al respeto en la alusión a la fraternidad y a la gratitud a Roma por El Acueducto, el emplazamiento de este homenaje me parece muy acertado. Lo mismo cabe decir de su entorno y decoración: sus petunias, sus tagetes o claveles, sus pensamientos… Me duele un poco la ausencia de niños clavados en la contemplación de este “relato”. Quizás debiera haber al lado alguna página a color, muy cortita, recreando dicha leyenda,  a la vez que alguna pintura y papel blanco para reproducirlo allí mismo… ¡Todo se andará!

   Más deuda es la pérdida del “niño” sin apenas horas libres, con tanta caja tonta, sin apenas cuentos y leyendas, sin apenas Reyes con colores y fantasía… ¡A la infancia le pertenece el privilegio de un cierto tiempo  gratuito y creativo!

domingo, 17 de mayo de 2015

LUGAR DE ENCUENTRO


LUGAR DE ENCUENTRO
17-05-2015

   Amigo lector, no es nada fácil conseguir esta imagen. ¡También hay soledad y desierto en la ciudad! Son pocos los momentos en los que una de las escaleras más frecuentadas del mundo disfruten de tan ansiado momento…
   No os molestéis: “La Calle Real” –así reconocida popularmente- suele ser la alternativa más frecuente: encontrarse con la gente, sentirla cerca, saludarse, disfrutar de una mayor comodidad, escuchar la llamada de los escaparates que tanto nos seducen, tomar un café o una caña… ¡Opciones más gratificantes para algunos, con perdón de quienes tienen cierta dificultad!
   En esta escalera del Acueducto convergen infinidad de pueblos, edades, lenguas y culturas. Unos admiran la belleza de su construcción, otros la armonía lineal de su composición, otros su grandiosidad y esbeltez, otros el ingenio de sus constructores… Muchos de ellos solo ansían superar la dificultad de su altura para contemplar las panorámicas de la ciudad y la sierra. Y… -¡cómo no!- algunos románticos hacen ensayos de fidelidad y júbilo al haber conquistado cumbre tan anhelada…
   Mas permitidme también –tras haber besado todo su trazado- orientar mi publicidad ecológica hacia su fuente… ¡el azud! ¡Ay, qué falta nos hace sentir la sed “do mana la fonte”… La cuna de tan bello proyecto nos invita a un privilegiado paseo que tiene su inicio apenas situarnos al pie del Pantano de Revenga. Entre Segovia y este lugar quedan 11 km. en los que el agua bajaría oculta y mansa hasta su conducción en el inicio del Acueducto. Ignoro el contexto en el que se elige tal distancia, y sí aplaudo su genial idea.
   El paseo que rodea dicho pantano hacia El Acebal es un mosaico de cantueso, jara y matorrales de encina que bien merece nuestra contemplación. Adentrados en la senda final, escoltados por pinos y robles gigantescos, casi al pie del arroyuelo, dicha senda nos permite ascender hasta la obra de ingeniería hidráulica inicial. ¡Hermoso proyecto! Aquí el musgo fresco recubriendo las ásperas rocas, decoradas estas por altas matas de retama, nos acerca al laberinto de aguas que resignadas y ciegas configuran escrupulosamente su conducción bajando ocultas hacia su encuentro con la ciudad de Segovia.

   Sin abundar en más detalles, os dejo al pie de su silencio. ¡Quedaos con el rumor del agua, metáfora que tantas veces he ensayado en mis escritos para niños!...